• 29 de Marzo

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Señor Director,

La legitimidad del nuevo sistema electoral se encuentra cuestionada, al igual que lo estuvo el binominal. Por un lado existen ganadores que acumulan menos votos que perdedores, y por otro lado, la explosión de candidatos (por ejemplo, de 470 a 960 en el caso de los diputados), hizo imposible un debate político serio. Peor aún, el sistema fomenta el multipartidismo en un sistema presidencial, inmovilizando la aprobación de leyes y polarizando el sistema político (Mainwaring, 1993). Sólo un país ha logrado mantener un sistema presidencial multipartidista por más de 25 años: Chile entre 1933 y 1973, y sabemos cómo terminó aquello. Dada nuestra historia de presidencialismo, proponemos cambiar a un sistema mayoritario, ya que es simple y fomenta la creación de coaliciones, generando legitimidad y gobernabilidad. Como ya existe experiencia utilizando este sistema en elecciones de alcalde y presidente, para implementarlo en diputados y senadores bastaría con simplificar el mapa electoral (un distrito cada tres comunas y una circunscripción cada tres distritos).

 

Álvaro Bellolio, Florencia Serra y Gonzalo Valdés

Investigadores adjuntos de la Universidad Andrés Bello