• 28 de Marzo

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Con más de cincuenta años de trayectoria, Alejandro “Mono” González, trazador histórico y fundador de la mítica Brigada Ramona Parra, es un símbolo del muralismo chileno y el arte callejero. Por la originalidad de su obra, que delinea un imaginario popular que ya es parte de la identidad nacional, otros Premios Nacionales y más de 40 figuras públicas e instituciones –entre ellas, el Museo a Cielo Abierto de San Miguel, Fundación ProCultura, Fundación Venturelli, el Museo de la Memoria y Libera Accademia de Pittura de Milán– se unen para apoyar la candidatura de González al Premio Nacional de Arte 2019.
 
“El arte público, en general, tuvo escasa difusión y desarrollo en nuestro país hasta aproximadamente 1970, cuando Mono González y otros artistas fundaron la Brigada Ramona Parra. Su trabajo irrumpió no sólo como un mensaje sino como una obra de arte capaz de transmitir emociones. Ésta, en 50 años de desarrollo, ha evolucionado para transformarse en una escuela que ya cuenta con seguidores y que ha enriquecido los muros de nuestras ciudades. Cada obra de Mono González toca los sentimientos de forma extraordinaria, de manera que con toda razón creo que es merecedor del Premio Nacional de Arte”, reflexiona Miguel Lawner, Premio Nacional de Arquitectura 2019.
 
Alejandro “Mono” González (1947) fue apodado así desde su infancia por lo hiperactivo, cualidad que mantiene hasta hoy, a sus 72 años, con un activo trabajo en Chile y el mundo. Comenzó a pintar muros a los veinte años con la Brigada Ramona Parra –época en la que pintó “El primer gol del pueblo chileno” junto a Roberto Matta–  y hace pocos días terminó dos murales, uno en la Université Bordeaux Montaigne en Burdeos y otro en Ibiza, en el marco del Festival de Arte Urbano de la isla.
 
Formado en la Escuela Experimental Artística de Santiago, donde se especializó con dos discípulos de la tradición muralística mexicana –Fernando Marcos y Osvaldo Reyes– y en la escuela de Diseño teatral de la Universidad de Chile, González ha desarrollado una obra marcada por temáticas sociales. Nació como manifestación política para la campaña presidencial de Salvador Allende y luego integró tópicos como el trabajo, la familia, la geografía y otros elementos de la identidad nacional.
 
Muros de las comunas de Iquique, La Serena, San Antonio, Lo Prado, San Joaquín, San Miguel –donde se ubica el Museo a Cielo Abierto del que es director artístico–, Santiago centro, Placilla, Lota, Valdivia y Coyhaique, entre otras, cuentan con obras del artista, reconocible estéticamente por sus trazados negros y colores puros y apreciada por su impacto social. Alejandro “Mono” González ha hecho de la calle un lugar de aprendizaje y expresión artística y ha contribuido a transformar muros, edificios, galpones, y plazas en beneficio de un mayor bienestar de sus habitantes. Trazador histórico de la Brigada Ramona Parra, acuñó también un estilo propio que representa nuestra expresividad nacional y latinoamericana. “Mono es también un ícono para los jóvenes pintores proletarios y merece nuestro apoyo. Lo apoyo con todo mi corazón”, expresa Guillermo Núñez, Premio Nacional de Arte 2007.
 
Alejandro “Mono” González es también embajador privilegiado de nuestra expresividad nacional y latinoamericana, reconocido y querido en innumerables escenarios del arte público internacional. Argentina, Canadá, China, España, Francia, Italia, Ucrania y Vietnam son algunos de los países que cuentan con murales del artista. “La obra de “Mono” González es gigantesca y reconocérsela es como reconocer el océano Pacífico o la Cordillera de Los Andes. Todo reconocimiento que le hagamos es poco para él. Ha levantado un arte cuyo sello y marca está presente en todos los países del mundo”, comenta Raúl Zurita, Premio Nacional de Literatura 2000.
 
El trabajo de “Mono” González ha traspasado los muros urbanos y también ha sido exhibido en museos y galerías. Además, en época de dictadura, tuvo que abandonar las paredes y dedicarse al diseño y a la pintura escenográfica en el Teatro Municipal de Santiago. También ha colaborado como escenógrafo con destacados cineastas como Ricardo Larraín, Andrés Wood y Alejandro Jodorowsky. “Por todos los méritos que le conocemos, es algo muy natural que se le dé el premio. Me parece estupendo, además, que se postule a un artista que no viene de la academia, para mí eso no hace ninguna diferencia. Soy una convencida que hay que hacer justicia de vez en cuando y nombrarlo sería hacer justicia”, expone Marta Cruz-Coke, ex directora de la Dibam y figura fundamental de la puesta en valor del Patrimonio cultural nacional.
 
Reflejo del trabajo colectivo que ha realizado desde sus orígenes, este año sus patrocinadores, el Museo a Cielo Abierto en San Miguel y Fundación ProCultura, han habilitado el sitio web www.elmonoalnacional.cl donde todas las personas a lo largo de Chile y en el extranjero pueden firmar y sumarse a su postulación. Casi 2.000 personas ya se han unido a la campaña #ElMonoAlNacional.