• 29 de Marzo

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Chile, el país con un Congreso sin espacio para las mujeres

Desde 1990 hasta hoy, solo el 15% de candidatos a la Cámara Baja fueron mujeres. En el Senado, el porcentaje es aún menor.


Dado que no hubo una Ley de Cuotas en ninguna de las siete elecciones legislativas entre 1990 y 2014, la mayor parte de candidatos a senador y diputado, a través del tiempo, han sido hombres. Así lo deja en evidencia una Nota Electoral elaborada por investigadores del Programa Electoral de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central de Chile, titulada “Mujeres”.

Las estadísticas muestran que, desde 1990 hasta hoy,  en cada elección a la Cámara Baja solamente el 15% del total de candidatos fueron mujeres, de las cuales 22% logró ser elegida. En el caso del Senado, el escenario durante el mismo período es mucho más desalentador: apenas el 10% del total de candidatos fueron mujeres y solo una cuarta parte fue elegida.

Los años 1993 y 2001 fueron los más críticos en esta materia en el Senado, pues si bien postularon tres y dos candidatas respectivamente, ninguna fue elegida como senadora. Por el contrario, el año en que más mujeres han sido elegidas fue 2013, con la ínfima cifra de cuatro representantes femeninas.

Cámara de diputados

El estudio muestra que la cantidad de mujeres que obtuvieron un escaño desde 1989 observa un alza significativa: a excepción del año 2009, en cada elección aumentó el número de mujeres electas, en comparación con el período anterior.

Si en 1989 apenas siete diputadas lograron ser electas (5,8% de los 120 candidatos), en 2013 aumentó la cifra aumentó a 19 (15,8% de los 120).

Un dato no menor es que el partido que ha entregado mayor número de escaños a las mujeres es el PPD con 24. A este le siguen RN con 22, la UDI con 16, el PS con 15 y la DC con 12.

Las razones

Kenneth Bunker, director del Programa Electoral de la Universidad Central, indica que las bajas tasas de éxito de candidatas mujeres se explica por el sistema político desmesuradamente favorable a los hombres que operó entre 1990 y 2014.

“Otras democracias han usado leyes de cuotas para lidiar con esta desventaja estructural, de modo de aumentar la cantidad de mujeres nominadas como candidatas, y en algunos casos asegurar una cierta porción de escaños para ellas. Sin embargo, históricamente en Chile la gran mayoría de los cargos políticos, desde presidentes de partido a operadores electorales, han sido ocupados por hombres”, recalca.

Según el analista, las mujeres han sido históricamente desfavorecidas en el proceso de nominación, y tampoco han logrado dar vuelta el revés en las urnas.

Para leer el informe completo, se ruega revisar el archivo adjunto o hacer clic aquí.