• 28 de Marzo

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De acuerdo al último censo realizado, en Chile viven más de dos millones de personas mayores de 65 años, representando casi el 12% de la población total. Desde que la pandemia por el coronavirus comenzó, éste ha sido considerado el grupo de mayor riesgo de generar una enfermedad grave por Covid-19. De hecho, según datos oficiales al 30 de mayo, las personas mayores de 60 años representaban un 14.2% del total de los contagios, y casi un 50% llegaban a las Unidades de Cuidados Intensivos.

Ante esta realidad, se han tomado una serie de medidas que buscan resguardar su salud y minimizar las posibilidades de contagio. No obstante, “es importante entregar lineamientos para su autocuidado, además de darles el apoyo y contención necesaria, ya que es una población muy heterogénea. Muchos de ellos mantienen una vida independiente, mientras que otros necesitan de ayuda constante para su mantenimiento”, señala Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.

La facultativa también recalca que “el aislamiento sólo debe ser físico, no podemos permitir que esto se vea como un castigo hacia ellos”. Por esto, es necesario tener en cuenta ciertas indicaciones para ayudar a este importante grupo de la población.

 

  • Mantención de tratamientos farmacológicos. De acuerdo al Ministerio de Salud, más del 20% de los pacientes que se atienden en el sistema público de salud han dejado de asistir a sus controles y el retiro de sus medicamentos. De acuerdo a la farmacéutica “es fundamental que las enfermedades de base se mantengan controladas, ya que una descompensación puede llevar a un paciente a urgencias o debilitar su sistema inmune, haciéndolo más propenso al contagio”. 
  • Cuidado con la polimedicación. Según la Clinic Geriatric Medicine un 40% de los adultos mayores ocupa -por lo menos- un fármaco de venta libre con alta frecuencia, además de los prescritos para sus enfermedades base. Es así como un 65% de los adultos mayores usaría regularmente tres tipos de medicamentos diferentes. “En este sentido, el uso de medicamentos sin prescripción médica podría generar graves consecuencias por los efectos adversos o la interacción entre ellos. En esta etapa es importante la monitorización del consumo para reducir al máximo los riesgos de esta práctica”, enfatiza Molina. 
  • La distancia es sólo física. Muchos de los adultos que hoy deben estar confinados, antes de la pandemia llevaban una vida normal. Es en este grupo donde hay que poner mayor énfasis en la conexión con amigos y familia. Para Molina, “es importante estar en constante comunicación a través de llamadas o videollamadas. También, entregarles la información o ayudarlos a pedir de manera online alimentos o medicamentos. De esta forma, los estaremos ayudando a no exponerse y continuar con su independencia”. 
  • Generar rutinas y horarios. Horarios para levantarse, hacer las comidas diarias y hasta un poco de ejercicios son importantes en tiempos de crisis. “Esto ayudará a minimizar la sensación de angustia e incertidumbre que muchas personas sienten en momentos así, beneficiándose no sólo física, sino que mentalmente”, añade Molina.
  • Disfrutar con la familia. Además, este es un buen tiempo para realizar actividades en familia, si estos adultos mayores viven con la suya. “Es bueno volver a jugar cartas o juegos de mesa, actividades que los mantendrán entretenidos y activos mentalmente”, añade la especialista.

 

Por último, las medidas sanitarias de autocuidado no pueden olvidarse. El lavado de manos frecuente, uso de mascarillas si deben salir de sus casas y el distanciamiento físico serán vitales para minimizar las posibilidades de contagio. Debemos recordar que nuestros adultos mayores tienen la experiencia de haber atravesado por situaciones difíciles antes y pueden ser resilientes. Por esto, es fundamental hacerles saber que esto también pasará y que, más temprano que tarde, volverán a la vida que antes conocían.