• 23 de Abril

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Llega marzo y con él, no sólo el estrés de volver al trabajo o comenzar las clases, sino que también el otoño y la disminución de las temperaturas. Son éstas, junto con la baja en las defensas, las que contribuyen a que nuestro cuerpo se enfrente a enfermedades y necesite un poco de ayuda durante este tiempo de transición.

Tener una dieta balanceada, mantener bajos los niveles de estrés, hacer ejercicio y dormir lo suficiente son claves para mantener buenos niveles de energía. No obstante, durante el verano, nuestros hábitos se desordenan y retomar la rutina puede ser una tarea titánica.

¿Pueden las vitaminas ayudarnos a enfrentar esto? De acuerdo a Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, algunas de ellas podrían entregar energía adicional, pero su ingesta debe ser recomendada y supervisada por un especialista. “Las vitaminas pueden ser de gran ayuda en casos de cansancio o falta de energía, pero su consumo dependerá del género, de los hábitos alimentarios y físicos de una persona y hasta de su edad, porque su sobreconsumo también puede traer complicaciones al organismo”, indica.

La facultativa consigna que gran parte de las vitaminas y minerales esenciales para el organismo pueden obtenerse de las frutas y verduras, pero el consumo de éstas en Chile presenta niveles preocupantes. La última Encuesta Nacional de Salud 2017 señala que sólo un 15% de la población consume diariamente cinco porciones al día, disminuyendo respecto a la medición anterior, mientras que la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario -realizada por la U. de Chile y el MINSAL- señala que el 95% de la población no cumple con una alimentación saludable.

Entre las que más destacan se encuentra la vitamina D, responsable de la buena absorción de calcio a nivel intestinal y de la producción de energía, permitiendo recuperarnos más fácilmente de los esfuerzos físicos. Su déficit causaría fatiga muscular y también está vinculada con la depresión. Hay personas que podrían tener un riesgo mayor de carecer de ésta, como los adultos mayores, personas con una menor exposición al sol y con obesidad.

Asimismo, las vitaminas del complejo B -al ser las responsables de entregar energía a las células- son fundamentales a la hora de retomar el estrés que puede causar la vuelta a la rutina. Los adultos mayores, así como vegetarianos y veganos serían los grupos más propensos a su déficit, ya que se encuentra en productos de origen animal. Asimismo, la diminución de vitamina B-12 podría causar anemia.

Finalmente, no olvidemos los beneficios de la vitamina C – que refuerza el sistema inmune- y otros minerales como el magnesio y el calcio, que ayudarán a aumentar el rendimiento y mantener huesos sanos, respectivamente.

Estamos a tiempo de prepararnos para recibir marzo y la disminución de las temperaturas. Preguntar al médico de cabecera sobre una posible deficiencia de vitaminas y minerales, y el consumo de suplementos o multivitamínicos, es fundamental para enfrentar esta época de la mejor manera.