Con una masiva votación a favor, la Cámara de Diputados despachó y dejó en condiciones de convertirse en ley el proyecto que establece, promueve y garantiza la atención médica, social y educativa, así como la protección e inclusión de las personas en el Espectro Autista. La discusión de este proyecto contó en las tribunas con una nutrida asistencia de las organizaciones sociales que representan a personas TEA, y en los escaños de los parlamentarios se vieron carteles con el símbolo que apoya y reconoce a las personas con este trastorno.

El proyecto, aprobado finalmente por los 122 parlamentarios presentes en Sala, y que fue promovido en sus inicios por la diputada Carolina Marzán, contó con la amplia colaboración de más de 70 organizaciones de la sociedad civil durante su discusión y fue aprobado de manera transversal en ambas ramas del Legislativo, que entendió la importancia de abordar por primera vez en Chile un marco que asegure y promueva los derechos de las personas en el Espectro Autista.

Esta, que es una de las pocas mociones parlamentarias que ha conseguido un sólido financiamiento del Ejecutivo -se destinarán unos 60 mil millones de pesos- considera medidas en el ámbito de la Educación, la Salud y la Igualdad de Género. Define conceptos relevantes como personas con “trastorno del espectro autista” y “personas cuidadoras”, y una serie de ocho principios: trato digno, autonomía progresiva, perspectiva de género, intersectorialidad, participación y diálogo social, neurodiversidad, detección temprana y seguimiento continuo.

En el plano concreto, la ley asegurará el acceso al diagnóstico temprano; la implementación de 29 salas de autismo en servicios de salud, la disposición de herramientas aumentativas a través del Programa Chile Crece Contigo para favorecer y facilitar la comunicación entre los 0 y los 9 años y, muy importante, que los trabajadores dependientes que sean padres, madres o tutores legales de menores de edad puedan acudir a emergencias respecto a la integridad de sus hijos en los establecimientos educacionales, como desregulaciones, sin ser descontado de sus remuneraciones, entre otras acciones.

También incluye capacitaciones a funcionarios públicos, especialmente aquellos relacionados al ámbito de la educación y la salud; establece explícitamente garantías de no discriminación en establecimientos educacionales en todos los niveles, indicando el ajuste de protocolos y generando sanciones ante el incumplimiento, y la incorporación de instrumentos de medición nacional para mejorar a futuro la respuesta del Estado e implementar nuevas políticas públicas, ya que actualmente no hay cifras oficiales.

Y en otro punto fundamental, el Gobierno ha adquirido un compromiso con las organizaciones de la sociedad civil para incorporar el TEA en el sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), el año 2025.

Loreto Kemp, presidenta de la Federación de Autismo del Sur de Chile (FEDAUSCH), señaló que “como FEDAUSCH y parte de la Mesa Interregional por la Ley de autismo (MILA), celebramos este hito y estamos satisfechos por la aprobación de esta ley, después de muchos años de no ser considerados bajo ninguna política pública y que miles de familias estuvieron en el más grande abandono”.

“Como Federación hemos trabajado en conjunto desde el 2019 con todas las organizaciones que la integran -desde Los Ríos a Magallanes- en un diagnóstico con enfoque territorial sobre las principales problemáticas y barreras con las que conviven las personas en el Espectro autista y sus familias, ya que nuestra realidad geográfica y climática no nos ha permitido tener la misma oferta en el ámbito de la salud y educación a la de las otras zonas del país,  así como también la discriminación y la exclusión son normalizadas con mayor frecuencia, afectando de manera significativa a las personas TEA”, añadió Kemp.

Tras un intenso trabajo en cada paso legislativo, con senadores y senadoras y diputados y diputadas y siempre en el marco de MILA, Kemp resumió: “Este texto nos representa y plasma nuestro enfoque, se nutre de todas las organizaciones, familias, academia e instituciones que participaron y contaron sus vivencias, y culmina con el compromiso de que esta iniciativa sea un cambio efectivo y beneficioso. Hoy comienza una nueva etapa para la comunidad autista. Una vez más se demuestra que la sociedad civil unida y cohesionada es capaz de lograr mejoras significativas en la sociedad”.