• 19 de Abril

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Científico de la UACh desarrolló anticuerpo contra Covid-19 a partir de anticuerpos de Alpaca

Requiere financiamiento de US$4 millones para producir inhalador de venta en farmacias a $5 mil que neutralizaría el virus impidiendo el agravamiento de pacientes


Alejandro Rojas, es Académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Ingeniero en Biotecnología Molecular, con doctorado en la materia en Alemania y Post Doctorado en Escocia en la industria farmacéutica y hace cuatro años está de vuelta en la UACh de Valdivia trabajando en su investigación con alpaca.

En entrevista con El Heraldo Austral conocimos de este increíble desarrollo que sería una gran solución para la pandemia de COVID-19.

“Mi especialidad es la Biología Molecular, lo que antes se conocía como Ingeniería en Genética, de sacar genes y modificar genes, y llevo años trabajando en anticuerpos para poder dirigirlos a alguna función al interior de la célula. Estos anticuerpos que tienen la capacidad de pegar cosas, como un chicle, de forma muy especifica, son de diferente naturaleza y lo que nosotros trabajamos, que son muy especiales, y muy chiquititos y ultramanipulables y son únicos, vienen de dos tipos de animales: de los camélidos (alpacas, llamas, camellos y dromedarios) o de los tiburones”.

“En nuestro caso, tenemos una plataforma que lleva cuatro años trabajando en desarrollar anticuerpos de alpaca, humanizados, o sea les sacamos el gen y lo trabajamos para que se parezca más a un anticuerpo humano, y con eso atacamos enfermedades infeccionas. Y hemos trabajado en el virus Hanta y la fiebre Q que se dio en el sur, y hemos trabajado con un montón de otras enfermedades vinculadas a la industria del salmón”.

“Esta no es una vacuna, es una terapia. Lo que hace la vacuna es algo que estimula tu sistema inmune y con eso se genera una respuesta y esa respuesta genera anticuerpos humanos, tus propios anticuerpos. Lo que hicimos nosotros fue generar anticuerpos a través de una vacuna de Covid-19 que creamos nosotros, en una alpaca, esta alpaca reaccionó, le sacamos una muestra se sangre -importante mencionar que no le hacemos daño a los animales, esto es una inmunización y una muestra de sangre, de hecho la alpaca tiene hasta Instagram “alpaca buddha”- le sacamos la muestra de sangre a la alpaca y de ahí le sacamos los genes que produjeron esos anticuerpos para defenderse de esa vacuna. Esos genes los logramos extraer y, posteriormente, a través de un complejo sistema de selección, logramos hacer la identificación y la producción, pero ya no en la alpaca, la hacemos en bacterias que se llaman anticuerpos recombinantes, que vienen de un animal y se ponen en otro microorganismo, en este caso”.

“Hoy día es el mejor anticuerpo que existe en el mundo contra Covid-19. No existe uno mejor y la idea es usarlo para desarrollar un fármaco para combatir el Covid-19 de manera global. Nuestra primera opción como Universidad es lograr que este fármaco llegue a la gente, pero para eso hay un proceso largo y complejo  y que tiene que ver con las barreras de entrada de la industria farmacéutica, y tiene que ver con que se desarrolle en el marco del desarrollo de fármacos que involucra certificaciones especiales, donde se involucran las agencias de salud estadounidense o europeas y esos pasos son extremadamente caros, pero también aseguran que el material que se va a usar va a ser lo suficientemente bueno, no tóxico y usable para los pacientes”.

“Lo que nosotros queremos desarrollar hoy día es un inhalador que las personas una vez que se detecta positivo por el ensayo PCR, se le de un inhalador para usarse tres o cuatro veces al día, que le va a entregar un anticuerpo que va a neutralizar y bloquear al virus adentro del pulmón, en las mucosas, porque ahí es donde se replica, en la vía aérea alta, en la vía aérea baja, de tal manera de que la enfermedad no llegue a agravarse al punto que esta persona requiera un ventilador mecánico, pero que no bloquee esa posibilidad de que la persona genere una respuesta inmune frente al virus, entonces se va a crear un estado intermedio donde la enfermedad no va a causar tanto daño y ese es el objetivo de este proyecto”.

 

¿Cuánto cuesta llegar a crear este fármaco?

“Hay que probar que no sea tóxico y, para eso, hay que producirlo en calidad certificada y esto lo logramos gestionar con una empresa alemana que tomó el desarrollo a su propio riesgo, ellos pusieron $200 millones y lo van a hacer apelando a que nosotros en algún momento vamos a conseguir el financiamiento para poder pagarles. Pero de momento corre por su cuenta y en tres semanas más vamos a tener este fármaco de calidad certificada. Con eso, necesitamos probarlo en animales de experimentación, y posteriormente producir la partida piloto para empezar ensayos clínicos acá en el sur de Chile. Estamos hablando de alrededor de US$4 millones”.

 

Si tuvieras lo US$4 millones ahora, ¿en cuánto tiempo podría estar este inhalador en el mercado?

“Estamos hablando de alrededor de siete meses hasta tener el fármaco, y en ese momento se empezaría a aplicar el protocolo clínico y se empezaría a usa en la población en forma experimental y cerca de un año para que esté accesible para la compra de cualquier paciente”.

 

¿Cuánto costaría este fármaco?

“Nosotros creemos que podría ser muy barato. Como son anticuerpos que se producen en bacterias, es como cuando ves estos estanques de aluminio de vino o de cerveza, lo mismo se puede usar para producir bacteria, entonces la cantidad que nosotros sacamos es muy alta, de muy pequeñas cantidades de anticuerpo, creo que va a estar a menos de $10 mil, $5 mil quizás”.

“Este ha sido un regalo de la naturaleza, de la alpaca, que logramos aislar este anticuerpo y a medida que lo vamos probando, nos vamos convenciendo más, y cuando lo mandamos para afuera y lo probamos con los alemanes y lo probamos con los australianos y sigue dando tan buenos resultados que ha sido sorprendente y, la verdad, es que es súper frustrante no poder tener los recursos a nivel nacional para rápidamente llevarlo a la clínica. Nosotros estamos con esto desde mayo y no hemos logrado que nos escuche el Ministro de Ciencias. El Ministerio de Salud es un poco más receptivo, pero el Ministerio de Ciencias no nos ha dado una cita desde hace siete meses”.

“Han aparecido interesados a nivel de farmacéuticas internacionales que estarían dispuestas a comprar la tecnología, y una de las posibilidades si no encontramos el apoyo local es venderla y que ellos terminen de desarrollar esto afuera”, concluyó.