• 28 de Marzo

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Los parques nacionales Vicente Pérez Rosales, de la Región de Los Lagos, y Cerro Castillo, de la Región de Aysén, serán las dos primeras unidades del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que ingresarán al proceso de Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estándar mundial de gobernanza, diseño y planificación de las áreas protegidas, para su efectividad de manejo y así alcanzar resultados exitosos de conservación.

El proceso fue formalizado en reunión con representantes de la UICN, más la participación de The Pew Charitable Trusts y el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, entidades que junto a CONAF impulsaron esta iniciativa y que son socios relevantes para la ejecución de la misma, y así aplicar los estándares que se establecen en este proceso.

Esta iniciativa es pionera en Chile y el cono sur de Sudamérica. Ser parte de la Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas de la UICN es sinónimo de rigurosidad y profesionalismo en la gestión de áreas protegidas, cumpliendo con criterios objetivos, transparentes y con estándares.

La Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas de la UICN es una herramienta que busca mejorar la gestión de las áreas protegidas para lograr resultados efectivos en la conservación de la naturaleza, con los beneficios que esto implica para la gente. Inherente a esta herramienta es la consecución de objetivos sociales, económicos y culturales, articulados con la misión de la UICN: Un mundo justo que valora y conserva la naturaleza.

Para el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, “integrarnos como país a esta iniciativa es muy relevante por la singularidad de nuestras áreas protegidas, con enormes espacios con muy baja intervención humana, como en la Patagonia. Además, son reservorios de una gran biodiversidad, ecosistemas únicos y resilientes, que proveen invaluables servicios ecosistémicos y sirven hoy como refugios climáticos y laboratorios naturales, donde la ciencia está estudiando su rol clave en los posibles escenarios que el mundo deberá enfrentar por el cambio climático. Este es un gran logro para nuestro Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado que ya tiene 114 años de historia, desde que se creara la primera área protegida en este país”.

En tanto, Francisco Solís, director programa Patagonia Chilena de The Pew Charitable Trusts, destacó que “esta certificación no sólo mejora el estándar de gestión de los parques nacionales para asegurar la conservación, sino que además contribuye brindando beneficios sociales y de desarrollo para las comunidades portal o cercanas a las áreas protegidas”.

Así también lo expuso César Guala, director del Programa Austral Patagonia, agregando que desde el 2020 han colaborado con CONAF para comprender y evaluar la aplicación de estándares internacionales a las áreas protegidas de Chile. “Este 2021 reafirmamos nuestro compromiso junto a CONAF por dos años más, con el fin de postular dos parques nacionales al estándar de certificación internacional Lista Verde de la UICN, y así mejorar el estatus de conservación de nuestros parques nacionales, patrimonio de todos los chilenos y chilenas”, sostuvo.

Para James Hardcastle, gerente de Desarrollo de Programas de UICN, lo más importante es que “este es un proceso que no sólo permite mejorar los sistemas de conservación, sino que guía a los países e instituciones a éxitos también en lo social, en como las áreas protegidas contribuyen al bienestar social de las comunidades, tanto locales como nacionales. En este proceso, como UICN, estamos poniendo a disposición del país nuestros conocimientos y experiencias”.

Cabe destacar que esta herramienta se enfoca en asistir a gobiernos nacionales y a otros actores involucrados en la conservación, para el cumplimiento de metas globales que apuntan a la preservación de la naturaleza, especialmente las relacionadas con la Convención de la Biodiversidad, así como las Metas Aichi, en particular la meta 11, la cual se refiere a que al menos el 17% de las zonas terrestres y de aguas continentales y el 10% de las zonas marinas y costeras, principalmente aquellas de importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, se conserven por medio de sistemas de áreas protegidas.