• 27 de Abril

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Conmemorando la Diversidad Materna en el Día de la Mujer: Un Llamado a la Inclusión y la Equidad

  • Por Loreto Kemp,  Presidenta Regional Evópoli Los Lagos, con colaboración de Carolina Leñero, activista y miembro del Partido Liberal Progresista de Costa Rica

En el Día Internacional de la Mujer, es crucial reflexionar sobre la injusticia que enfrentan las mujeres en relación con la maternidad y el trabajo. La realidad es que tener hijos conlleva un recargo para las mujeres, no solo a nivel de tareas del hogar y económico, sino también a renuncias a ciertas oportunidades laborales, su participación cívica y su propio bienestar. Esta carga desproporcionada que recae sobre las mujeres revela una contradicción flagrante en nuestra sociedad: se espera que contribuyan al trabajo y sean independientes económicamente, pero al mismo tiempo se les exige que cumplan con roles tradicionales de cuidado. Nuestra sociedad no ofrece un apoyo adecuado para conciliar ambas responsabilidades y existen grandes sesgos culturales que dificultan, más allá de lo legal, la implementación de la verdadera corresponsabilidad de roles.

A pesar de tener una gran cantidad de leyes tipificando crímenes de discriminación, los obstáculos que genera la maternidad no se rigen por lo que sucede en los entornos públicos, sino en los hogares. Los padres de las criaturas y parejas juegan roles determinantes en la calidad de vida de las mujeres madres. No existirá un verdadero cambio hacia la equidad sin el apoyo de otro 50% de la población.

Es alarmante observar cómo algunas mujeres, a pesar de querer hijos, optan por una "renuncia silenciosa" a la maternidad por falta de condiciones favorables para balancear la adecuada crianza de sus hijos y una carrera profesional ocasionando una desaceleración en la natalidad a nivel global. La sociedad debe reconocer que esta renuncia no es solo un problema individual, sino que es un síntoma que refleja problemas estructurales en lo social, económico y político que afectan a toda la comunidad.

Es, sin duda, importante destacar que la sociedad también castiga las maternidades diversas y no se adapta a la diversidad de experiencias que enfrentan las mujeres. Las mujeres indígenas, mujeres y hombres trans, las mujeres solteras, las mujeres LGBTQ+ y las mujeres con discapacidades, entre otras interseccionalidades, a menudo enfrentan doble discriminación y exclusión cuando deciden ser madres o cuidadoras. Es fundamental que reconozcamos y respetemos la diversidad de experiencias maternales y proporcionemos un apoyo flexible, inclusivo y equitativo para todas las necesidades de cuidado que tengan las mujeres, sin importar su identidad de género, estado civil u orientación sexual.

En este Día de la Mujer, debemos comprometernos a trabajar juntos para construir una sociedad más justa y equitativa, donde todas las mujeres tengan las mismas oportunidades y derechos, tanto en el ámbito laboral como en el ámbito familiar. Esto significa implementar políticas que promuevan la corresponsabilidad, la flexibilidad laboral y la igualdad de remuneración, así como crear espacios seguros y acogedores para todas las formas de maternidad, dándole verdadera libertad a las mujeres para optar por la maternidad. Solo así podremos alcanzar la verdadera igualdad de género y celebrar la diversidad de las experiencias femeninas en toda su amplitud y complejidad.