Correr es una actividad en general simple y económica, en el sentido de que las personas no necesitan grandes implementos para iniciarse en esta actividad. Los beneficios de realizar este deporte son muy amplios, desde aspectos a nivel metabólico hasta en la salud mental.
Una de las principales bondades de correr tiene que ver con la salud cardiovascular, las personas que lo hacen tienden a sufrir menos enfermedades cardiovasculares y a vivir más y mejor. Se ha observado que tanto hombres como mujeres que se inician en el trote reportan disminución en el peso corporal y más importante aún, dejan de fumar, lo que tiene un impacto positivo en la salud general. Correr tiene además un impacto positivo en la salud ósea, fortaleciendo huesos y músculos, pero también en la salud mental liberando endorfinas, lo que se traduce en una sensación de mayor felicidad y una disminución de la ansiedad y el estrés.
Para quienes quieren comenzar a correr, es importante considerar una evaluación médica previa, especialmente en aquellas personas que tienen enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes o dislipidemias, y también para aquellas que tienen dolor en las articulaciones de las extremidades inferiores o columna. Como correr es una actividad de impacto, en general se sugiere correr evitando superficies duras, privilegiando el pasto, maicillo o trotadora, esto reducirá el riesgo de lesiones por sobrecarga. Es importante considerar que el calzado sea apropiado a la actividad, utilizando zapatillas que tengan una buena absorción de impactos y que no se encuentren extremadamente desgastadas y utilizar ropa de tela tipo dry-fit para evitar lesiones en la piel.
Si se correrá al aire libre es crucial considerar el uso de elementos de protección solar. Siempre mantener una buena hidratación e intentar evitar correr en horarios de altas temperaturas.
A pesar de todos los beneficios que involucra correr para la salud general y para el sistema musculoesquelético, si el entrenamiento no está bien programado podrían ocurrir lesiones. Las principales lesiones que vemos en corredores tienen que ver con la columna, rodillas, tobillos y pies. Por eso es importante aumentar la intensidad y cantidad de entrenamiento progresivamente, de manera tal que tendones, músculos y huesos se puedan adaptar al entrenamiento. Una buena idea para comenzar a correr es unirse a un club de running con personas que tienen experiencia en la disciplina. Si la práctica de trote es extrema, en mujeres podrían producirse complicaciones como la amenorrea (ausencia de menstruación) y osteoporosis, por eso es importante mantener una alimentación adecuada y un descanso apropiado.