La disminución auditiva es un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades y procedencias. Es por esto que cada marzo se conmemora el Mes Mundial de la Audición, una efeméride que busca concientizar a la población sobre esta condición, así como promover la salud auditiva en todo el mundo. Según la OMS, más de 1.500 millones de personas en todo el mundo padecen actualmente disminución auditiva y esta cifra podría aumentar a 2.500 millones en 2050. También se estima que más de 1.000 millones de jóvenes menores de 35 años están en riesgo debido a una exposición excesiva al ruido. De no ser tratada, la disminución en la audición puede tener un impacto significativo en nuestra vida cotidiana, incluso ocasionar deterioro cognitivo.

Tanto GAES como la OMS coinciden en que las percepciones sociales y la estigmatización son factores clave que limitan los esfuerzos para prevenir y abordar la pérdida auditiva. Es por esto que hacemos un llamado a cambiar la mentalidad de la sociedad civil, proporcionando información precisa y basada en evidencia para garantizar un acceso equitativo a la atención del oído y la audición. Se sabe con certeza que el uso de audífonos supone diversos beneficios para mejorar nuestra calidad de vida. Asimismo, son muy relevantes para prevenir la progresión de esta condición en las personas, pudiendo ahorrar en costos de intervenciones y diagnósticos futuros. Cuando hablamos de audición, la prevención es clave para mejorar la situación comunicativa.