Monte Verde no es solo un sitio arqueológico; es un puente entre el pasado y el futuro que ha transformado nuestra comprensión del poblamiento temprano de América. Desde su descubrimiento en 1976, este rincón de la Patagonia ha ofrecido evidencia de ocupación humana de hace más de 14,500 años, convirtiéndose en un referente mundial de la arqueología y un símbolo de nuestra riqueza patrimonial.
Uno de los pilares fundamentales de este legado es el Dr. Tom Dillehay, Investigador Principal del sitio, fundador y actual Presidente de la Fundación Monte Verde, Profesor Titular de la Universidad Austral de Chile, y figura de reconocimiento global en el campo de la arqueología y la antropología. Su visión y dedicación no solo han garantizado la investigación científica de más alto nivel, sino que también han permitido que Monte Verde se consolide como un sitio clave en la historia del poblamiento de nuestro continente.
Gracias a su liderazgo, y al trabajo colectivo de la Fundación, se han alcanzado logros significativos. Entre ellos, la declaración de Monte Verde como Monumento Histórico, la inclusión del sitio en la lista tentativa de Patrimonio de la Humanidad, la obtención del Sello Bicentenario y las 3 ediciones de un libro de divulgación que acerca esta historia a un público más amplio (Editorial LOM). Además, destaca el diseño del futuro Museo Monte Verde, un proyecto en desarrollo que busca garantizar la conservación del sitio y su acceso para generaciones venideras.
Estos logros han sido posibles gracias a la visión y liderazgo de Eduardo Alvar, cofundador y principal gestor de la Fundación, así como al trabajo colaborativo de un equipo multidisciplinario compuesto por investigadores, gestores y líderes comunitarios. Destacamos especialmente la valiosa participación del geólogo Mario Pino y de reconocidos arqueólogos como José Saavedra, el fallecido Carlos Ocampo, y otros expertos de Chile y diversos países, cuya contribución fue fundamental para documentar y preservar la riqueza histórica y cultural de Monte Verde.
No obstante, persiste una deuda con la comunidad chilena en la difusión y apropiación de este patrimonio. Si bien la Fundación no ha mermado esfuerzos en acercar la historia de Monte Verde a todos los sectores, debemos redoblar nuestro compromiso para que este legado sea plenamente asumido como parte esencial de nuestra identidad cultural.
De cara a la conmemoración de los 50 años del descubrimiento de Monte Verde en 2026, hacemos un llamado a los sectores públicos y privados, así como a la ciudadanía, a sumarse a este esfuerzo colectivo. Este hito histórico, que ya se encuentra en preparación, será una oportunidad para reflexionar sobre nuestra historia y proyectar el futuro desde la unidad y el trabajo conjunto.
Monte Verde no es solo un legado del pasado; es un compromiso con el futuro. Invitamos a todas las instituciones, comunidades y ciudadanos interesados a ser parte de esta conmemoración, uniendo fuerzas para preservar, promover y proyectar este patrimonio único como un ejemplo global de descubrimiento y colaboración.
Que esta conmemoración sea un espacio para valorar nuestra historia, consolidar nuestra identidad cultural y construir un futuro en el que la preservación del patrimonio sea un eje central. ¡Sumémonos al desafío de mantener viva la historia de Monte Verde para inspirar a las generaciones futuras!