• 19 de Abril

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Por Thierry De Sain Pierre, Presidente de ACTI.

 Como Asociación Chilena de Empresas de Tecnologia de la Información, mostramos nuestra gran preocupación por los resultados del estudio “Perspectivas de habilidades en la OCDE 2019”, el que arrojó -entre otras cosas-, que los chilenos "no cuentan con las habilidades básicas necesarias para florecer en un mundo digital".

Lo anterior se deduce luego que Chile, al igual que Grecia, Italia, Lituania y Turquía, entre otros países, lograran los niveles más bajos en materia de habilidades de alfabetización, aritmética y de resolución de problemas en entornos donde abunda la tecnología.

 Nos precocupa ese resultado porque Chile es un país en vías de desarrollo, inserto en esta cuarta revolución industrial y en los procesos de transformación digital asociados.

No podemos vivir y desarrollarnos en una sociedad digital si no contamos con las habilidades y competencias tecnológicas mínimas necesarias para asumir todos los desafíos que esta época nos plantea.

 Como principales agentes de la industria de las TIC hacemos un llamado a los distintos actores de la escena nacional: gobierno, academia, privados, asociaciones, fundaciones, en fin, para que sigamos trabajando con ahínco para revertir esta situación. Es nuestro deber preparar el camino para que las futuras generaciones cuenten con las herramientas necesarias para desenvolverse en un mundo hiperconectado y globalizado. No podemos fallar, es nuestro deber revertir este punto para que Chile sea un partícipe activo en la revolución digital.

 Necesitamos políticas públicas específicas y de largo plazo, que apunten a preparar a nuestros niños, sobre todo a ellos, para ser ciudadanos de una sociedad digital. Es imperativo que así como aprenden matemáticas, lenguaje y ciencias, sepan programar. Ellos son los ciudadanos del futuro. No podemos dejarlos a la deriva y no ocuparnos de que tengan una formación adecuada para lo que les tocará vivir. Probablemente ellos van a trabajar en empleos que ni siquiera imaginamos hoy.

 Ahora bien, ACTI es una de las entidades que más ha estado ocupada en el tema del capital humano especializado que Chile necesita. Hoy tenemos un déficit de unos 6.500 profesionales TIC al año, lo que impacta directamente en la competitividad y productividad de las empresas.

 Desde el 2017 que venimos trabajando en este punto. Primero logramos firmar el “Plan Nacional para el Capital Humano 4.0”. Y con orgullo decimos que en enero de este año firmamos el proyecto “Talento Digital Chileno”, liderado por el Ministerio de Hacienda y en el que participan los Ministerios del Trabajo y Previsión Social, ACTI, Corfo, Sence, Kodea, Sofofa, Otic Sofofa, CPC y Fundación Chile. Este acuerdo tienen una cobertura inicial de

más de 10 mil personas a capacitar, en un período de 4 años y con una tasa de

empleabilidad del 70%.

 Esa es una valiosa iniciativa que va a permitir capacitar a mujeres para integrarlas al mundo de las TIC; a personas con capacidad reducida y que pueden trabajar desde sus casas, aquí hablamos de teletrabajo; a los ninis, que son jóvenes que ni estudian ni trabajan y que en nuestro país son más de 500 mil, a ellos hay que encantarlos y mostrarles que en la industria de las TI hay posibilidades verdaderas de capacitación y que no se requiere ser ingeniero para comenzar. Además, se trata de un área en la que siempre habrá trabajo.

 Si no provocamos el cambio desde hoy, estamos condenando a las futuras generaciones al subdesarrollo. A un apagón digital que será muy complejo de revertir, y la verdad es que ellos merecen vivir en plenitud todos los beneficios y las oportunidades de la digitalización, pues para ellos será la principal manera de sobrevivir.