El fin de semana en Puerto Varas el sol brillaba con fuerza. Eran días perfectos para el turismo, una de las principales actividades económicas de la zona. Este fue el tercer fin de semana de cuarentena para la comuna. Fin de semana largo para algunos. La vida normal está postergada, mientras diciembre vive sus últimas semanas en el calendario. Se termina un año tan inédito como difícil.

La medida de cuarentena por tercera semana se cumple con respeto y con cansancio. La esperanza se mueve esquiva y la espera se hace lenta. En conversaciones y comentarios hay voces recurrentes que declaran que esto se podría haber evitado, que esto no es justo, que esto no es por la culpa de la conducta de los vecinos. Que estas medidas no sirven. Que la fiscalización no funciona y que falta fiscalización. También, entre que el virus ya pasó y que viene la segunda ola que en Europa está causando estragos.

La semana pasada la cuenta de twitter del intendente de la región adelantó que Puerto Montt saldría al fin de su prolongadísima cuarentena. Una muy buena noticia también para Puerto Varas, que durante semanas tuvo que absorber a los muchos vecinos de la capital regional que venían a la comuna. La fiscalización estaba, pero para la magnitud del desafío, era escasa y permeable. Y a veces no estaba tanto. El tedio generalizado, tanto de los que controlan como de los controlados, era parte del camino que juntaba ambas comunas. La sensación del ya no me controlen más, tengo mascarilla y alcohol gel y no tengo fiebre y no me controlen más, contrastaba con la solicitud de más cordones sanitarios y mejor fiscalización.

El tercer fin de semana de cuarentena en Puerto Varas coincide con que el Presidente de la República es sorprendido sin mascarilla, tomándose fotos con simpatizantes en la playa. Luego de las críticas generalizadas y con un 12% de respaldo según la encuesta Cadem, publicada el lunes, la máxima autoridad del país pide disculpas y además, se auto denuncia. Pedir disculpas es bueno, pedir disculpas por haber sido descubierto, además es oportuno. Las disculpas sin arrepentimiento pueden ser convenientes, pero no suelen ser sinceras. Al día siguiente se anuncia el retroceso a la fase dos para toda la región Metropolitana.

Durante estos días el gobierno anunció el protocolo para las celebraciones de fin de año. Ajustes en los toques de queda, limitaciones en la cantidad de invitados, entre otros aspectos a considerar. Mientras, la comunidad espera saber cuándo cambiamos de fase en Puerto Varas. Los números de informes diarios de infectados siguen como una ruleta. 2, 11, 4, y así.

El año pasado, días previos al año nuevo, se discutía si era pertinente ofrecer el espectáculo tradicional de fuegos artificiales. El comercio del centro de Puerto Varas estaba tapiado y la preocupación por la seguridad era parte del debate. Este año, nuevamente hay controversia y es por el tema de la seguridad, aunque en este caso, seguridad sanitaria. El show no sólo moviliza de manera interna a los vecinos de la amplia comuna de Puerto Varas, sino que además, suelen venir vecinos de otras comunas. ¿Es tiempo de eventos convocantes? 

Las cuarentenas en la región de Los Lagos llevan meses. La nueva normalidad es acostumbrarse a postergar y cancelar planes como quien se lava las manos con frecuencia. La tensión entre cuidar la salud y cuidar la vida y su intento de normalidad es fuerte y con muchos matices. Además, a la hora de los problemas, se puede pedir disculpas y decir que todos se equivocan. La multa vale menos que el arrepentimiento. Es así como cada vez son más quienes están derechamente por no cumplir las normas y quienes aún se apegan, a pesar de las obvias complejidades que eso implica. La fiscalización es también un examen personal de conciencia.

Por: Pablo Hübner