• 28 de Abril

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¿Por qué fracasan las comunas?

Por Luis Alberto Vásquez M.


El último concejo municipal tuvo como tema central de la agenda la terminación del contrato con la empresa encargada de la gestión del vertedero municipal. Esta empresa ha acumulado sanciones crecientes por parte de los organismos medioambientales, las cuales están muy lejos de compensar el daño ambiental continuo que sigue generando.

El inicio de la reunión, estructurada según procedimientos burocráticos que en teoría deberían haber sido sancionados rápidamente, se vio interrumpido por intervenciones que anticipaban un ánimo conflictivo. Estas intervenciones incluyeron cuestiones de forma y ataques personales hacia el alcalde.

Durante meses, los vecinos de Puerto Varas hemos observado en redes sociales cómo algunos concejales han iniciado un perfilamiento de crítica contumaz al actuar edilicio. ¿Será que la proximidad de las elecciones incita a diferenciarse para ser reconocido por los electores? Este ejercicio es legítimo, pero hay conductas que por su reiteración se asimilan a una monserga más que a una crítica constructiva.

Este comportamiento se repite en distintas escalas en el mundo político, lo que ha llevado a nuestro país y sus comunas a estancarse en la búsqueda de soluciones concretas y efectivas a sus problemas reales.

Para algunos en la distinción de explotados y explotadores está el meollo del asunto social, otros ven en un semáforo apagado la evidencia empírica de la inoperancia estatal, y no falta quien interprete el que un pájaro ensucie su camisa como el castigo divino a una falta cometida. Desde el coaching ontológico, es importante identificar los juicios maestros del coachee. Las cosas son como yo las veo. Las cosas deberían ser como yo pienso que deberían ser. De lo anterior, el que piensa como martillo cree que todos los problemas son un clavo y actúa en consecuencia. Como canta Serrat, cada loco con su tema.

Sin embargo, cuando ocupan cargos públicos, nuestros representantes deben ser capaces de diferenciar entre su propia mirada, sus intereses personales y el bien común. En este sentido, la práctica de la tolerancia y el respeto hacia los demás debería ser la norma básica de la convivencia política, y ambas conductas se aprenden ejercitándolas.

La política exige diálogo donde el disenso no solo es legítimo, también es necesario. Pero llegar a una reunión donde se escucharon nuevas propuestas y, después de tres horas de debate, ciertos concejales presenten argumentos previamente escritos sobre por qué se rechaza el término del contrato con la empresa a cargo del relleno, demuestra escasa capacidad de escucha, así como un ideologismo obtuso que siempre responde con el mismo argumento a preguntas diferentes, sino que también se permite adivinar conductas rayanas en el delito a los futuros administradores. Desde otra butaca, se usaron ataques personales que nada tenían que ver con la reformulación de propuesta presentada. Es de esperar que, en el caso del tercer voto de rechazo, los razonables argumentos esgrimidos no sean parte de una mera estrategia dilatoria. Lo perfecto es enemigo de lo bueno.

Mientras tanto, la comunidad sigue afectada, la empresa que infringe leyes medioambientales sigue operando su negocio se salta la ley de lobby,  y termina pagando multas irrisorias.

¿Por qué fracasan las comunas? Hemos pasado décadas entregando al mercado soluciones que debieran resolverse en el espacio político. De tanto actuar como consumidores nos olvidamos de ser ciudadanos.

Las organizaciones son lo que conversan, las épocas de campaña electoral debieran ser oportunidades de conversar y debatir acerca del pensamiento de los candidatos y refrendarlo en la coherencia de sus actos. Exijamos a nuestros representantes conductas que sumen y no que dividan o resten. La política es el arte de llegar a acuerdos porque en el otro extremo está la violencia, la calidad del debate es fundamental.

El desarrollo de un país y sus comunas por añadidura, empieza en la construcción de un proyecto común donde nadie quede excluido de sus beneficios.