Puerto Varas vive presionada por los cambios generados durante los últimos años. La memoria atiende lo que era, lo que es, y lo que podría ser. Sube el precio de los terrenos, de los arriendos, hay pocas matrículas para los colegios. El tráfico diario apenas se mueve. La delincuencia tiene acecho en su énfasis, que más allá de las cifras, retumba en la percepción. Mientras, los volcanes siguen ahí, mirando todo, aunque siempre parece que tienen menos nieve.

Toda administración se destaca más por lo que hace que por lo que dice. Por las obras que realiza, por los procesos que despierta, por los caminos que abre. El famoso sello que distingue un tiempo. No necesariamente son edificios, plazas, canchas, terminales de buses, cementerios. No necesariamente son planos reguladores comunales, intercomunales, acuerdos de colaboración, ordenanzas, o reglamentos nuevos para las subvenciones. Hay algo más, un alma que otorga sentido, y que, como tal, consigue moverse de manera coherente en la persecución de sus objetivos. Ese vínculo es lo que le brinda realismo al éxito y al fracaso, donde se sustenta la credibilidad entre representantes y representados. La confianza por un plan que dice relación fiel hacia una visión de consenso, incluso, más allá de las diferencias, los aciertos y los errores.

Los proyectos son importantes, sobre todo los más emblemáticos, porque reflejan visiones. El parque urbano cerro Philippi aún espera el vamos a las obras. No hay anuncio formal de inicio, debería ser pronto. El hecho de que se invierta una parte importante del presupuesto en cerrarlo con rejas, no deja de ser contrastante con el interés de crear un espacio abierto a la comunidad. Por su parte, la nueva casa de la música sigue en silencio.

El proyecto costero de Playa Venado, pronto a su entrega, luce una playa de estacionamientos. Cuesta creer que es lo más hermoso que se podría haber hecho. Parece un lugar que podría quedar en cualquier lugar. Responsabilidades aparte, la obra supera lo que había, pero no lo que podría haber sido.

El estado Ewaldo Klein mantiene su relato de abandono. De licitación desierta viene una aparte auto gestión, de la que habrá que esperar que al menos logre reponer el cercado perimetral del terreno. Su estado actual es una vergüenza, además de un riesgo. La demora en solucionar este problema puntual es preocupante. La comisión de lo obvio lo habría puesto en su lista de prioritario sin muchas dudas.

El proyecto costanera Puerto Varas, el más épico de los proyectos, comparado a lo que hay, se ve fuerte, pero, no deja de verse duro. La idea de presentarlo fragmentado puede tener ventajas, pero es un poco triste no poder hacer la costanera completa de una buena vez. Además, su función recreacional y de vialidad parece no resuelta del todo.

Sobre el plano regulador, pieza clave del tablero, recién acaba de empezar la convocatoria para el proceso de participación de Nueva Braunau. Para el caso de Ensenada, zona estratégica, sobre todo si se considera la relación sensible que tiene la comuna con el primer parque nacional de Chile, Vicente Pérez Rosales, aún no hay anuncios. En cuanto al plano regulador de la zona central, en proceso de aprobación, queda por ver cómo se asociará de manera concreta con la idea del área metropolitana. Sobre esto último, aún falta mucho por escuchar para poder entender bien de qué se trata ser un área metropolitana. Al menos el nombre de metropolitana no coincide mucho con lo que se puede entender es Puerto Varas en su identidad más profunda.

La cuenta pública de esta semana debería colaborar a explicar estos procesos, conjunto a los alcances de las instancias de participación, su metodología vinculante, la continuidad de proceso. La política de mesas lleva varios meses, tiempo y recursos, no obstante, desde hace algunas semanas, ya no se menciona como antes. ¿Por qué?

La cuenta pública coincide con el medio tiempo del gobierno comunal. ¿Cuál es la visión para el futuro de la comuna? ¿Cómo Puerto Varas enfrenta sus problemas y aprovecha sus oportunidades? ¿Todo sigue igual que al principio? De no ser así. ¿Qué cambió?

Por: Pablo Hübner