• 01 de Mayo

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Se acerca la época estival y el deseo de comenzar a practicar una actividad física se multiplica para muchos. Sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones con el fin de hacerlo de manera saludable y segura. Para esto, especialistas de Clínica Santa María, Clínica Vespucio, Vidaintegra y Help entregan algunos consejos.
 
1. Evaluación de la
condición física
  Antes de comenzar a realizar ejercicio en verano, el kinesiólogo de Clínica Vespucio, Rodolfo Santibáñez, advierte que es importante, tanto para los que están iniciando por primera vez actividad física como para aquellos que la están retomando, ser evaluados por un equipo de especialistas, entre ellos deportólogos y kinesiólogos, con el objetivo de evitar problemas sistémicos, ya sea cardíacos o respiratorios.

2. Plantearse objetivos a corto plazo
  Rodolfo Santibáñez recomienda plantear objetivos a corto plazo para no perder el entusiasmo. “Esto permite que la actividad sea duradera en el tiempo, genera adherencia al deporte y permite fomentar cambios hacia un estilo de vida saludable”, afirma.
 
3. ¡No te olvides del
calentamiento!
  Aunque se registren altas temperaturas, sin duda no hay que dejar de lado el calentamiento. Este proceso debe incluir movilidad global de las extremidades y específica de las articulaciones que más se utilizarán durante la actividad. Lo importante es hacerlo de forma suave, sin generar dolor. 
 
4. Mantener una
alimentación saludable
  Tener una buena alimentación es tan importante como realizar ejercicio, pues contribuye a un estilo de vida saludable. Grace Arriata, nutricionista de Vidaintegra, asegura que esto genera un círculo virtuoso, ayudando a dormir bien y a disminuir el estrés.  
  El verano permite una alimentación más rica en variedad, por lo que no hay excusas. La nutricionista explica que el tipo de dieta dependerá del tipo de entrenamiento, pero, en general, además de una buena hidratación, se requiere de alimentos ricos en potasio, vitamina C y E, hierro y calcio. “En cuanto al hierro, este contribuye a la formación de hemoglobina y, por lo tanto, a la oxigenación durante el ejercicio, y el calcio contribuye a la contracción muscular”, afirma la especialista.
  Potasio: verduras y frutas en general, especialmente palta, plátano, espinaca, papas, repollo.
  Vitamina E: aceites vegetales, frutos secos como almendras, maníes, nueces.
  Vitamina C: limón, naranja, piña, frutilla, mango, espinaca, repollo, pimentón.
  Hierro: carnes, frutos secos, harinas fortificadas y sus subproductos, como el pan.
  Calcio: lácteos, legumbres, frutos secos, espinaca, acelga y brócoli.
  Los especialistas recomiendan alimentarse de forma ligera entre 90 y 120 minutos antes de iniciar el ejercicio.

5. Vístete para la ocasión
   Es importante contar con ropa y zapatos adecuados que permitan que la piel y el sudor se ventilen.  
  Además, la humedad no debe exceder el 80% en temperaturas sobre los 30°C, ya que “esto no permite la correcta evaporación del sudor desde la piel, generando un aumento de la temperatura corporal en exceso, lo que podría traer complicaciones”, indica el deportólogo de Clínica Santa María.