• 29 de Marzo

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Desde febrero El Heraldo Austral viene realizando entrevistas que se transmiten por el Facebook y el canal de Youtube. Durante estas conversaciones todas las personas invitadas han tenido la oportunidad de expresar sus puntos de vista de manera libre y sin interrupciones. Han podido compartir sus ideas, marcar énfasis, diferencias y convicciones.

Este ciclo de conversaciones se da en un tiempo histórico. Los días que vivimos serán los contenidos de las pruebas de historia de nuestras hijas y nuestros hijos. El inicio del siglo entre la pandemia y el estallido social, el calentamiento climático y la crisis de extinción de especies. Lo que hoy estamos viviendo será también sobre lo que mañana tendremos que dar explicaciones. ¿Por qué eran así las cosas? ¿Por qué dejaron que se contaminara el lago Llanquihue, el río Maullín? ¿Por qué permitieron tanta injusticia social, tanta injusticia ambiental? ¿Por qué no defendieron más y mejor el patrimonio natural y cultural de la comuna?  

A veces cuesta entender lo que está pasando. Lo predecible y lo evitable se encuentran en un vaso medio lleno y medio vacío. La fatiga insiste en decir que así son las cosas, hasta que ya no son así, ni pueden seguir así. Tiempo de cambio y de incertidumbre, más allá de los optimismos o los pesimismos. La nueva normalidad es la normalidad. Hay mucho por ganar, hay mucho por perder. Depende, y no de la suerte de un sorteo, sino de la actitud de quienes están viviendo este momento. Como dicen los mayores, cada generación construye su épica. Si hay una épica de este tiempo, probablemente es la de la paz. Entre las personas. Entre las personas y otras formas de vida, como los animales y las plantas. Entre las personas que viven y las personas que vivieron. Entre personas que viven y las personas que aún no nacen. 

El camino del entendimiento tiene ruta en decir y sobre todo, en escuchar. Tiene momento en el encuentro, ese nosotros que es de todos. Lo nuestro. Justo donde queda ese para dónde vamos. Porque la toma de conciencia es también una toma de poder. La pertenencia tiene sentido y hace arraigo en el vínculo que se estrecha entre lo individual y lo colectivo. Por eso, quien no sabe escuchar, pierde. Quien hace del silencio apenas el rato que espera para disparar su voz, ya perdió el punto. Nunca lo tuvo. Más era al revés. El punto lo tenía. Lo sometía. Le decía qué decir. Le dictaba hasta la mueca y esa tristeza, era también por la soledad. El individualismo tiene muchas formas. Todo esto parece obvio, pero a veces cuesta entenderlo. La convicción es sincera, tiene ética y además, por estos días, se mueve en estado de alerta. La convicción también se confunde, y puede ser ciega, incluso cuando tiene la razón.

Por eso, con mayor razón, mientras prevalezca la libertad de expresión y se digan las cosas por su nombre, con respeto, y dando la cara, habrá camino. El entendimiento favorece la paz. Convoca a desprenderse de los refugios, las excusas y las trincheras. Se transparenta la voluntad y se puede hablar de los miedos sin miedo, en el proceso de perder seguridad para encontrar seguridad, en la fortaleza de la vulnerabilidad.

El Heraldo Austral este año cumple 70 años. Este ciclo de conversaciones por Facebook y Youtube es parte del relato de su historia. Adaptarse a los nuevos tiempos, las posibilidades de la pandemia y más allá de la tecnología de turno, o la red social de moda, prevalecer el espíritu cívico de la importancia de la conversación y la expresión de las diferencias.  

Todas las entrevistas se emiten en vivo. Nada de conversaciones maqueteadas. Conversaciones reales. Si se cae la señal, se cae, si hay problemas, hay problemas. Si nos equivocamos, es parte del camino. Pasa. Duele. Pero hay que seguir adelante. El intento, humilde, consciente y responsable, es que sea lo más contribuyente posible para quienes están escuchando. Todos están invitados a participar. Todos son parte de esta historia.

Por: Pablo Hübner