• 28 de Marzo

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“El objetivo del testeo inteligente es utilizar eficientemente los recursos y focalizarlos en aquellas poblaciones con mayor probabilidad de desarrollo del COVID-19”, señala el director del Servicio de Salud Del Reloncaví, Jorge Tagle, respecto de la estrategia que está impulsando la institución.

En un contexto en que el porcentaje de positividad del examen durante los primeros meses fue bajo el 5%, el aumento de la circulación viral en las últimas semanas se ha traducido en índices de positividad que, en promedio, se acercan al 10%, “por lo tanto, la meta de testeo va a estar determinada por los resultados que tengamos”, indicó.

Con este objetivo se determinaron, al menos, cuatro líneas de trabajo: testeo de personas que son contacto estrecho de COVID-19 positivo, “a quienes hacemos seguimiento a través de la plataforma COVID-19 del Servicio de Salud, para poder tomarle en su domicilio el examen PCR al séptimo día de monitoreo”.

Otros grupos son los funcionarios de salud altamente expuesto al COVID-19, “donde estamos haciendo testeo en asintomáticos para poder detectar tempranamente el contagio”, y los funcionarios que trabajan en establecimientos que tienen a su cuidado grupos vulnerables, como son las residencias de adultos mayores u otros. “Esta semana terminamos el testeo de 280 funcionarios que tienen a su cuidado adultos mayores en la provincia de Llanquihue”.

Finalizó señalando que “el cuarto grupo objetivo tiene que ver con un trabajo que pretendemos desarrollar la próxima semana, y que corresponde al análisis georreferenciado de la evolución de la pandemia cruzado con variables de vulnerabilidad, de tal manera de poder establecer estrategias de testeo  en sectores geográficos determinados por estas líneas”.