En el marco de una nueva celebración del Día del libro cobra protagonismo en las salas de clase el debate sobre cómo leer en la era digital. ¿Papel o pantalla? Más que una elección de comodidad, esta decisión impacta directamente en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Estudios recientes subrayan las ventajas del papel: desde una mayor comprensión hasta una concentración más profunda. En un mundo inundado de tecnología, ¿se está subestimando el poder del papel como herramienta educativa fundamental?
En la era digital, el uso de pantallas está inserto en la vida cotidiana, con los dispositivos electrónicos desempeñando roles cada vez más prominentes en el aprendizaje y la comunicación. Desde la presencia de tablets en las salas de clases hasta la popularización de smartphones como herramientas de lectura en los hogares chilenos, la comodidad y accesibilidad de la lectura digital han contribuido significativamente a su creciente adopción.
Sin embargo, surge la interrogante sobre si esta omnipresencia tecnológica podría estar afectando la forma en que procesamos y comprendemos la información, especialmente en un contexto educativo.
Estudios revelan que leer en papel ofrece ventajas innegables. Una investigación de la Universidad de Noruega encontró que los estudiantes que leen en papel comprenden y recuerdan mejor la información que aquellos que leen en dispositivos electrónicos. La experiencia táctil del papel y la capacidad de subrayar y anotar físicamente estimulan la comprensión y retención del contenido. Además, reduce las distracciones electrónicas, permitiendo una concentración más profunda en la lectura.
Para los estudiantes más jóvenes, la lectura en papel también facilita la internalización de conceptos complejos, sentando las bases para un aprendizaje significativo.
Claudia Pavez, directora de la biblioteca del Colegio Seminario Menor de Las Condes (SPM) y profesora de lenguaje, sostiene que el papel conserva su importancia fundamental en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Argumenta que su naturaleza sensorial y táctil contribuye significativamente a una comprensión más profunda de los textos, lo que se refleja en un mayor ejercicio neuronal. Aunque reconoce la utilidad del texto digital, especialmente durante la pandemia, enfatiza la importancia de no subestimar el valor del formato físico en el desarrollo educativo de los jóvenes, “efectivamente el desarrollo neuronal que desencadena esta modalidad de aprendizaje tradicional es mucho mayor”, destaca.
A su vez, la experta destaca la variedad de medidas que establecimientos educativos como el colegio SPM, pueden implementar para fomentar este hábito. De hecho, esta semana en el contexto de esta efeméride, el colegio tiene previsto organizar cuentacuentos, presentaciones de libro a cargo tanto de una apoderada como de un estudiante, así como concursos y desfiles literarios, entre otras actividades
A medida que la sociedad avanza hacia una era cada vez más digitalizada, resulta crucial recordar que la tradición del papel conlleva una serie de beneficios que no deben pasarse por alto. En el equilibrio entre la tradición y la innovación, es esencial encontrar formas de integrar lo mejor de ambos mundos para garantizar un aprendizaje efectivo y significativo para todos los estudiantes.
