• 04 de Mayo

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La belleza de plantear preguntas fundamentales

Por María Jesús Aldunate

Directora de encuentros, 3xi


En la Región de Los Lagos disfrutamos de un territorio lleno de belleza, lluvias fértiles, aguas y tierras generosas. La cuenca se ha convertido en un epicentro que congrega personas, empresas, organizaciones, actividades e innovación, y en una de nueva forma de concebir las ciudades, con la biodiversidad en el centro y en torno a una perspectiva sistémica. Este escenario -en el que yo y muchos hemos decidido desarrollar nuestras vidas y criar a nuestros hijos- conmueve y convoca a abrir todas las conversaciones posibles, e incluso las más improbables, para vivir mejor.

También en esta zona se registra una de las proporciones más altas de empresas B por habitante; las organizaciones buscan crecer en una triada inseparable entre lo económico, lo social y lo ambiental. En este escenario, por ejemplo, se han tejido alianzas público-privadas para abordar problemas hídricos junto a las comunidades. En colaboración se exploran estrategias para enfrentar la escasez de manera conjunta. Existen también iniciativas culturales que invitan a inspirarnos preservando el patrimonio y la cultura, y tantos relatos que nos han acompañado desde la cultura popular.

Yo soy una de las que abrazó este lugar como una opción de vivir en contacto con la naturaleza para que así, desde los primeros años, mis hijos pudieran pasear junto al lago y aprender jugando en espacios verdes. Estos tres años me han llevado a cuestionarme muchas cosas y hacerme preguntas nuevas, por ejemplo, sobre el impacto de nuestras acciones, incluso las cotidianas, en el planeta y en las generaciones que nos sustituirán. Me he preguntado también acerca de lo que es ser migrante en tu propio país.

En una sociedad que demanda encuentros significativos entre los seres humanos, el contacto con la belleza de la naturaleza inspira y plantea preguntas fundamentales. Esta conexión diaria provoca una revisión de las formas de actuar, reflexiones acerca de las dificultades para cambiarlas y estimula la consciencia de la fragilidad de la vida y los sistemas, porque se logra observar tanto el impacto como el poder de la reparación en el ambiente. 

Por eso, las conversaciones con pares improbables, especialmente con aquellos del mundo rural, develan realidades desconocidas y abren nuevas posibilidades y perspectivas para quienes habitamos en la ciudad. Nos permiten entender desde otros ojos.

En este contexto, el Encuentro Nacional de Vinculación Social que se realizará en Puerto Varas, es una oportunidad para explorar y descubrir nuevas dimensiones. Ante la crisis climática, social y económica, en tiempos en los que somos también migrantes del siglo XX explorando el XXI, es esencial escucharnos, explorar desde la diversidad de voces un sueño país en el que reconozcamos nuestras historias para que podamos avanzar juntos, a pesar de nuestras diferencias, hacia un mayor bienestar en el que la sostenibilidad sea la base de la hoja de ruta.

Se hace camino al andar y, desde este territorio, bajo el convencimiento de que juntos somos más, te invitamos a sostener el diálogo.