• 29 de Abril

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[OPINIÓN] Los efectos del Día de la Liberación

Pedro Díaz Polanco

Analista Política Internacional

Universidad Austral de Chile


La decisión de Donald Trump relativa a subir los aranceles a nivel global fue vista no sólo como una medida proteccionista, sino también como una acción agresiva contra el libre comercio y como una medida que generó sorpresa. Lo anterior, en función de los alcances generales que ésta tuvo. En este último aspecto, la sorpresa supone un error de análisis, ya que Trump no sólo lo había planteado en su campaña electoral, sino también lo había manifestado ya estando en el gobierno, lo que evidenció cuando decretó, por ejemplo, alzas arancelarias en contra de China, y, cuando se señaló que se denunciarían los Tratados de Libre Comercio que tenían firmados.

Según Trump, el alza de los aranceles se hizo no sólo con la justificación de corregir el saqueo del que EE.UU. ha sido víctima, y que se produce en virtud del desequilibrio existente en los intercambios de bienes con otras economías, sino también como una medida que le permita obtener recursos con los que pueda bajar los impuestos de sus contribuyentes y reducir el déficit comercial que le afecta.

Al respecto, y como un análisis primario en lo que respecta a este objetivo, se puede señalar que la justificación que ofrece Trump carece de lógica económica, porque la dinámica asociada a los efectos del alza arancelaria a nivel global no permite esbozar un éxito de la medida, ya que se vislumbra que éstas acelerarán una recesión que está a la vista, provocando inflación y obligando a que la Reserva Federal norteamericana suba las tasas de interés, lo que provocará una reducción del consumo, lo que es muy relevante para el desarrollo de EE.UU., ya que esto implica el 70% de su PIB.

Así entonces, y atendiendo a lo básico que resulta entender que las medidas no tendrán éxito, es que resulta lógico preguntarse si es que hay algún otro motivo que pudiera justificar estas alzas. Y la respuesta es sí, y éstas están asociadas a un entendimiento de las lógicas con las que se estructura el poder en el sistema internacional. De esta forma, y en virtud del unilateralismo con la que se establecieron las nuevas condiciones, Washington no sólo busca reafirmar su posición de poder y su anhelo hegemónico enviando un potente mensaje a China y Rusia en lo que respecta a su capacidad de controlar el sistema, sino que también generar las condiciones para llegar a nuevos acuerdos económicos y estratégicos con los Estados que requieran del mercado norteamericano, y así optimizar su posición en la estructura de poder del sistema internacional.