• 24 de Abril

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Ninguna mujer es libre si no lo somos todas. Rechazo categóricamente la violación de los Derechos Humanos de nuestras hermanas afganas, y de su pueblo en general, tras la irrupción de la tiranía Talibán. En las calles de Kabul solo transitan hombres porque las mujeres han pasado a ser tratadas como objetos sexuales y esclavas domésticas. Extirpadas de la esfera pública y condenadas al silencio. Pero para nosotras no pasan desapercibidas. Hoy todas somos afganas.  

“En el marco de la ley islámica” dijo que se respetarían los derechos de las mujeres Zabihullah Mujahid, portavoz de la tiranía Talibán. La Sharía o ley islámica tiene su origen en el siglo VII, durante el surgimiento del islam en la vida del profeta Mahoma (632 d.C.). En ella existen 29 restricciones explícitas para las mujeres entre las que se encuentran, por ejemplo, matrimonios de niñas con combatientes e incluso la ablación femenina.

Esta doctrina fundamentalista prohíbe a las mujeres trabajar, estudiar, tener vida social y ser atendidas por doctores masculinos. Exige el uso del burka -velo largo que solo deja a la vista los ojos a través una malla. Las mujeres que no vistan acorde con sus reglas son azotadas y asesinadas. Las acusadas de adulterio son lapidadas públicamente. No pueden usar cosméticos, relacionarse con hombres que no sean sus esposos, reír en voz alta, usar tacones, subir a la locomoción colectiva sin chaperón y practicar deportes, entre otras muchas restricciones.

Alzamos la voz por nuestras hermanas afganas silenciadas

Hace unos pocos días, el 18 de agosto, una mujer fue asesinada a tiros por hombres talibanes en pleno espacio público, por el simple hecho de no llevar burka en Takhkar según un artículo de Semana.com. Al día siguiente, 19 de agosto, Pulzo confirmó que los combatientes asesinaron en la calle a una mujer por salir con ropa colorida y sin burka en Talouan, un día después de anunciar que iban a “respetar los derechos de las mujeres” a viva voz en televisión y con gran cobertura internacional.

El dogma extremista afecta de manera directa la libertad y los derechos humanos de las mujeres de Afganistán. Promueve la violencia, desprecio, cosificación y esclavización de las afganas y solo había disminuido en las zonas urbanas durante la invasión norteamericana.

El 12 de julio de 2021, en Faryab, ubicado al norte de Afganistán, 15 talibanes mataron a Najia, madre de 4 niños, a golpes con sus Ak47 porque no tenía comida para darles. Luego, antes de retirarse del lugar, lanzaron una granada a su casa, según constató CNN.

En octubre de 2015, una joven de 19 años fue lapidada en Ghalmin por un grupo de hombres extremistas, tras ser acusada de adulterio y condenada a muerte por un tribunal Talibán. Un video exhibido por El Mundo mostró al globo como fue metida en un hoyo en la tierra rodeada de hombres con turbantes que le lanzaron piedras. En dicho registro se puede oír como resuenan los golpes secos de las piedras contra su cuerpo.

Una mujer fue apaleada por una turba de hombres talibanes en el centro de Kabul, supuestamente por ser acusada de quemar un Corán en marzo de 2015, informó BBC. Un video registró como en plena luz del día hombres extremistas le propinaron patadas y lanzaron piedras contra la mujer que yacía en el suelo. En un momento se acercó uno de los delincuentes y la golpeó varias veces con un palo. Luego la tiraron a la orilla del río y le prendieron fuego a su cuerpo.

Un grupo de hombres armados irrumpieron en la casa de una joven viuda en Kabul en noviembre de 2011. Los extremistas sacaron a la mujer y a su hija, y las llevaron al centro de la ciudad donde les lanzaron piedras hasta matarlas, mientras que los vecinos no las ayudaron ni avisaron a la policía. Los asesinos tras ser detenidos dijeron que sus motivos fueron “desviaciones morales y adulterio” comunicó El País.

Los talibanes atentaron contra vida de la activista pakistaní Mala Yousafzai, el 9 de octubre de 2021, quien tenía tan solo 15 años de edad. Ella se hizo conocida por llevar un blog a través del cual reafirmaba el derecho de las niñas a educarse. Ella sobrevivió el ataque y dos años después recibió el premio Nobel de la Paz, hoy se encuentra refugiada en Inglaterra.

El suicidio de las mujeres  

“Todo, todo lo que soñé, por lo que trabajé, mi dignidad, mi orgullo, incluso mi existencia como mujer, mi vida, todo está en peligro. Quién sabe cuánto tiempo les tomará venir y registrar casa por casa y llevarse a las niñas, probablemente para violarlas. Puede que me suicide cuando vengan a mi casa. He estado hablando con mis amigas, esto es lo que todas, todas estamos planeando hacer. Todas estamos asustadas hasta los huesos”, dijo una estudiante universitaria de Kabul a la BBC este 23 de agosto.

Esclavas domésticas cosificadas

Vemos con indignación como las mujeres en Afganistán bajo la tiranía Talibán son despojadas de sus derechos humanos y vidas. El 87% de las mujeres afganas experimentan violencia física, sexual o psicológica. Más de la mitad de las mujeres entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física o sexual por sus esposos. Su esperanza de vida es de 66 años, mientras que la nuestra en Chile es de 83 años.

Hace 73 años se inauguró el derecho internacional de los Derechos Humanos en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras concluida la barbarie de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, aún en Latinoamérica se viene cultivando una cosmovisión que privilegia la imagen de una mujer hecha para la crianza, maternidad y castidad, existiendo dos opciones la virgen María o puta María Magdalena, y la más reciente la “bruja” o “puta”. Mientras que la construcción de lo masculino, que aparece por sobre lo femenino, goza de privilegios en sociedad y familia, este es el culto a la virilidad conocido como machismo. Aún queda mucho trabajo por hacer para terminar con la violencia de género, pero nunca lograremos nuestra meta, de igualdad de derechos del hombre y la mujer o feminismo, si dejamos atrás a nuestras hermanas afganas. 

#TodasSomosAfganas

Por Constanza Hitschfeld W.

Periodista