• 25 de Abril

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Este viernes y sábado, la gente de la Juan Costa celebró  sus 64 años de vida, con alegría, entusiasmo y con el empuje de su gente que ha vivido toda una vida en la Población, con  Dirigentes que son una mezcla de gente joven, hijos y nietos nacidos de Padres y Abuelos que fueron los primeros propietarios de esas casas.

Mientras la Televisión nos desilusiona todos los días con imágenes que suceden en todo Chile, que dan pena, rabia y desilusión, donde  la PDI y Carabineros  deben intervenir entrando en diversas Poblaciones capturando delincuentes, drogas y criminales, por el contrario, aquí, en nuestra ciudad en una fría noche, en la Población Juan Costa, su gente comparte gratos momentos con la PDI, Carabineros y su Autoridades, con las únicas armas que tienen, una sonrisa, actitud, educación  más  un pedazo de torta en la mano y un buen “navegado” calientito para   ablandar el corazón del Alcalde con sus peticiones.

Cumplido ya sus 64 años de su construcción, la gente de la Juan Costa que llegó allí, nos da un ejemplo de vida a nuestra ciudad y a Chile, y nos dice que por muchas necesidades económicas y sociales que se tengan, es preferible que desde el cielo de su Cancha Techada de la Población se vean caer globos multicolores  de alegría y fraternidad con música y fiestas de gente con necesidades pero con esperanzas, y no tener fuegos artificiales  y balazos, con gente aterrorizada y sin esperanzas.

Estos ejemplos de la Juan Costa no nacen hoy, nacieron  precisamente hace 64 años donde en una pampa donde pastaban los caballos de los primeros carretones, con la construcción de esas casas, llegaron a vivir allí toda la gente de esfuerzo e imprescindible de esa época en Puerto Varas, como eran los Mueblistas, los Maestros Carpinteros, los primeros electricistas y Gasfiter, Zapateros, etc. Y sus hijos en su mayoría fueron los primeros alumnos del Grupo Escolar y la Escuela Vicente Pérez Rosales, que con “tirones de orejas” o bajo la orden de una “varilla” de  los profesores, se educaron muy bien sin ningún trauma . Los ”tirones de orejas“ o unas varillas por las piernas, no dolían, era solo por un ratito, porque todo eso pasaba jugando  una ”pichanga” de fútbol con una pelota  pesada, llena de barro… De esos jóvenes  nació  el Club Deportivo Juan Costa, hoy llena de Trofeos, orgullosos de quienes con una pelota de trapo o mojados, primero “pichangeaban“ y después, con pelotas de cuero ganaron los primeros campeonatos… en canchas de tierra y sin camarines… por eso, la gente de la Juan Costa, sabe lo que es el sacrificio y el esfuerzo.

 Quienes habitaron la Juan Costa y ya se fueron de este mundo, dejaron su legado de que lo primordial era la educación, no solo en el Colegio sino en la casa y la Familia, donde siempre se dijo, que uno podía ser “pobre” pero debía andar con la ropa limpia y los zapatos “lustrados, eso era lo esencial de buena educación y eso de la “ropa limpia” no era fácil, ya que las sacrificadas mamitas no tenían lavadoras, solo se lavaba a mano. Todo ello reforzado, por las visitas a las casas que hacía el Párroco Padre Krausse y después el Padre José, donde detrás de una cocina a leña, se compartía un “mate” con pan calientito.

Hoy, le rindo un homenaje a toda la gente de la Juan Costa, porque su gente que vivió y vive en la Población representa lo auténtico y singular del  Puerto Varas de antaño, en que todos nos conocíamos… y no hacíamos distinción de clases sociales y donde lo principal y esencial  de las familias siempre fue  la sencillez, el respeto, la amistad,  la educación, el sacrificio y el tener siempre  la esperanza que un mejor mañana se construye con el esfuerzo de todos.

Fredy Opitz V. Ex -Concejal.