• 29 de Marzo

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Con alegría y confianza hemos visto como se ha instalado una nueva forma de gobernanza comunal que se desarrolla y crece en torno a un núcleo de articulación ciudadana que incluye vecinos y vecinas, organizaciones públicas, académicas y privadas, poniendo énfasis en la participación, la escucha activa y la difusión de las problemáticas y por cierto de las medidas proyectadas para encontrar soluciones. La nueva administración ha hecho de la honestidad y mesura no sólo una forma transparente de cautivarnos, sino también una constante en sus primeros meses de administración. Como ciudadanos y ciudadanas agradecemos esa transparencia que no nos presenta soluciones cortoplacistas a problemáticas que se arrastran hace años y que requieren un trabajo de corto/mediano/largo plazo según su naturaleza y estado actual. Ejemplos como el manejo de una creciente y explosiva demanda en manejo de residuos, los problemas de congestión agudizados por la llegada masiva de nuevos residentes, el crecimiento urbano y rural, entre otros. No necesitamos promesas de campaña, o 100 medidas en 100 días como escuchamos  tantas veces, por el contrario, hemos visto compromiso por trabajar de forma colaborativa y abierta junto a la comunidad para proyectar el desarrollo sostenible que tanto necesita nuestra comuna. Y esta administración ha cumplido con creces hasta ahora ese compromiso.

Si bien el alcalde y su equipo han sido enfáticos en abrir el municipio y sus líneas de acción, fomentando la participación ciudadana a través de mesas barriales y trabajo con organizaciones de la sociedad civil, a sólo dos meses de haber asumido este gran desafío hay ya quienes comienzan una poco constructiva oposición, haciendo comparaciones odiosas, sembrando dudas, críticas y sentencias apresuradas que poco fundamento tienen a la hora de hacer una evaluación imparcial de los primeros meses de gestión. Por otro lado, vemos con alegría como una gran parte de la ciudadanía reconoce el compromiso y esfuerzo en proyectar un trabajo limpio, colaborativo y abierto como probablemente jamás se había hecho en los últimos 20 años de gobiernos comunales. Quizás esa transparencia y participación activa puede descolocar a quienes están acostumbrados a liderazgos verticales y personalizados, a soluciones conversadas desde la soledad de oficinas administrativas y a promesas de campaña que luego se enfrentan a la realidad y complejidad de llevarlas a cabo cuando se trata de responderle a vecinos y vecinas. Ya hemos visto por años ese fenómeno y nos cansamos de eso. Hoy el escenario es distinto, porque somos nosotros los ciudadanos y ciudadanas como comunidad los que co-construimos las prioridades junto a nuestras autoridades. Bienvenida esta nueva forma de gobernanza, de puertas abiertas y de desafíos en los que todos y todas somos parte y tenemos un rol protagónico en la construcción de un presente y un futuro sostenible, empático e inclusivo para nuestra comuna. Y bienvenida también la oposición y el intercambio de ideas desde las veredas fértiles, propositivas y proactivas. Ambas manifestaciones democráticas son indispensables para enfrentar de la mejor forma los desafíos que tenemos por delante como comunidad.

Raffaele Di Biase Cuomo