• 24 de Abril

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Llevamos años explorando formas para saldar la brecha de género. A nadie sorprende cuando se menciona el tema ni que se busquen mecanismos que permitan disminuirla, pues hay consenso respecto a su importancia. Y aún cuando se han conseguido avances importantes en la materia, éstos en general se circunscriben a soluciones relacionadas al cuidado, incorporación al espacio de trabajo en diversas industrias, mejora de salarios, aumento de proporción de mujeres en cargos de tomas de decisión, etc, lo que lamentablemente no es suficiente.

Según el Global Gender Map Report del 2022, reducir la brecha de género tardará otros 132 años. A ello se suma que, pese a que es un tema constante en la esfera pública, la proporción de mujeres contratadas en roles de liderazgo aumentó sólo de 33,3% en 2016 a 36,9 % en 2022, de acuerdo al mismo informe.

Es posible hacer más, por ejemplo, repensando la cadena de valor, aspecto que actualmente corresponde a uno de los indicadores para empresas que quieren certificarse como Empresa B y que permite que las empresas y organizaciones reconozcan su línea de base, elaborando un diagnóstico de sus empresas proveedoras y sumando a este ítem la variable de género. Ahí hay una tremenda oportunidad de potenciar y amplificar las acciones para reducir la brecha de género, pues al diversificar la matriz de alianzas, replantear la estrategia de suministro de productos y servicios y sumar el indicador de género, es posible generar un impacto concreto para mejorar las condiciones y oportunidades de empresas lideradas por mujeres.

Actualmente, los negocios con liderazgo femenino enfrentan mayores retos para sumarse a las cadenas de valor de las compañías debido a factores como: menor acceso a financiamiento y capital, dificultades para establecer redes comerciales sólidas, prevalencia de estereotipos de sesgos inconscientes acerca de sectores y responsabilidades en las que deberían desempeñarse mujeres y hombres, etc.

Pequeñas, medianas y grandes empresas de cualquier rubro pueden generar un aporte significativo si se establecen medidas especiales para empresas que cumplan criterios de igualdad e inclusión:de propiedad de mujeres, con políticas de igualdad, con alta proporción de mujeres. Y esto, sin arriesgar la operatividad de cada negocio.

Para eso, ampliar y diversificar la cadena de valor es primordial. La Ronda de Negocios con Impacto “Mujeres que Inspiran” es una plataforma que ofrece un mecanismo concreto para este propósito, donde podemos sumarnos y participar de manera horizontal con otras empresas y/u organizaciones que no sólo representan una oportunidad de negocios, sino que de desarrollo económico con sentido.

De acuerdo a un informe elaborado por ONU Mujeres el 2020, las empresas lideradas por mujeres reciben menos del 1% del monto que invierten las grandes empresas en suministros y servicios. La oportunidad de cambiar esta realidad está en nuestras manos. Sólo basta un click para diversificar la matriz de vínculos, lo que, además, sin duda viene apalancado de grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo de cada empresa y organización. Es decir, esta es una alianza Win Win para todas las partes.

Por Valentina Orrego, Empresaria B y Fundadora de Veomas