• 26 de Abril

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[OPINIÓN] Padres permisivos… ¡hijos tiranos!

Dr. Franco Lotito Catino

Conferencista, escritor e investigador (PUC)


El pediatra y psicoanalista francés, Aldo Naouri, escribió un libro con un título muy sugerente: “Padres permisivos, hijos tiranos”, libro que en Francia se ha convertido  en el libro de cabecera de muchos padres preocupados por la  tiranía que están ejerciendo muchos niños sobre sus papás y sus familias de origen.

La tesis que plantea este pediatra francés –aunque suene algo drástica–, es que para poder “educar con éxito, hay que frustrar a los hijos”, siendo ésta su receta preferida, con la finalidad de poder salvarse de los nuevos tiranos domésticos en que se han convertido, hoy en día, muchos niños, lo que ha derivado en una profunda  crisis de autoridad paterna, reflejado, asimismo, en el llamado “síndrome del emperador”, en que los niños, hoy en día, no conocen, simplemente, el concepto “saciedad” cuando de hacer reclamos y exigencias a sus padres se trata, y la aventura de convertirse en padres puede convertirse en una verdadera pesadilla.

El doctor Naouri plantea que para algunos padres pareciera que el niño estuviera “dotado de todas las cualidades como si fuera un Cristo en potencia, a raíz de lo cual, nos transformamos en sus adoradores, decidiendo hacer todo lo que quieren, a fin de ser amados por ellos, poniéndonos enteramente a su servicio y aceptando ser sus esclavos”.

En rigor, lo que intenta este pediatra, es buscar una fórmula, un modo de vida o un acuerdo entre padres e hijos que permita marcar y definir claramente los límites.

Dado que vivimos en una sociedad, cuya ideología del consumo del usar y desechar, se ha convertido en una ley no escrita, esta sociedad consumista ha elevado al niño a la categoría de un producto más, esperando –erradamente y en una suerte de espejismo que nunca se alcanza– que este “producto” se comporte de buena manera, si recibe todo lo que exige. Sin embargo, sucede todo lo contrario, ya que estos hijos izados en la cúspide de la pirámide familiar, lo que logran, es transformarse en tiranos domésticos que no conocen límites.

El peor costo de este infructuoso esfuerzo lo paga, lamentablemente,  la vida de pareja de los padres, quienes quedan relegados a un segundo plano en la batalla por alcanzar esta misión suprema de ponerse al servicio absoluto de sus hijos.

No cabe duda alguna, que muchos de los niños actuales tienen severos problemas de conducta, los que se hacen cada vez más inquietantes, a raíz del alto nivel de agresividad y rebeldía que presentan. ¿Las razones de esta realidad? La presencia de padres que se han propuesto –como objetivo máximo– “evitarles a sus hijos, a toda costa, cualquier dolor, molestia o incomodidad, al alto precio de no ponerles límites ni hacer un rayado de cancha claro y preciso”.

Los resultados y consecuencias son evidentes y fáciles de detectar: niños tiranos que se convierten en adultos individualistas, con poca empatía hacia los demás, con malas relaciones interpersonales y sociales, y que en el futuro tenderán a alterar la convivencia general, ya que nunca estarán conformes con nada, no obstante todo lo que obtengan, a menudo, sin mucho esfuerzo de su parte.