• 24 de Marzo

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Como padres, debemos aprovechar estos momentos inquietantes para generar una oportunidad de conversar con nuestros hijos(as) adolescentes, sobre los grandes temas que muchos de ellos(as) han salido a defender a las calles. El primer lugar donde un(a) joven debe comenzar a realizar el ejercicio democrático, es en la familia. Es aquí donde podemos lograr que “vivan” los valores, los principios, las normas y la libre expresión de sus ideas, en un ambiente protegido por el cariño y el respeto. Si aún no lo hemos practicado, aprovechemos la contingencia nacional para hacerlo. Dialoguemos con nuestros hijos(as) y escuchemos su opinión sobre los temas que motivan la coyuntura social que estamos viviendo. Esto, nos acercará a ellos(as) y reforzará nuestro vínculo. Entonces, hablemos de educación. Algunos tips para discutir, desde los datos que nos aporta Fundación 2020:

  1. La mayoría de los países que han logrado estándares altos de calidad en su educación, no los alcanzaron “de la noche a la mañana”. Han sido procesos de largo plazo, que superan la duración de un solo gobierno. Donde además, se han desarrollado gradualmente, soluciones específicas para la problemática de ese país, en lugar de “copiar” partes de un modelo educativo exitoso de otra nación. Además, si revisamos nuestra historia reciente, en 12 años el país ha tenido 10 ministros de educación. Así, es imposible implementar cambios de largo plazo. Se requiere una política de estado y no sólo de un gobierno.
  2. En los últimos dos gobiernos, se ha apreciado un acuerdo sobre la importancia de la educación en la primera infancia; sin embargo hasta la fecha, para las salas cunas y jardines infantiles existentes, no se ha logrado definir un modelo educativo que responda a esa necesidad.
  3. De acuerdo a lo que menciona Fundación Educación 2020, “la innovación pedagógica no ha llegado a las aulas. La sala de clases no cambia”. Este es un tema que no está presente en la formación de directivos y docentes y que impacta directamente en la calidad de los aprendizajes.
  4. Pero, la innovación pedagógica requiere espacio y tiempo para la creatividad. Hoy, un entramado burocrático que solicita informes, normas, rendiciones y otros, ahoga a las escuelas del país y su incumplimiento las expone a severas multas de parte de organismos estatales que están más preocupados de sancionar que de promover las buenas prácticas pedagógicas.
  5. En Chile, si nos comparamos con nuestros vecinos de la OCDE, no tenemos educación de calidad. Ni privada ni pública. Sólo el 1% de los alumnos chilenos que rinden la prueba PISA, logran estándares altos. Contra el 7% que lo logran en el resto de los países de la OCDE.
  6. La inequidad en el sistema educativo nacional se constata en las brechas de aprendizaje que hoy existen, a pesar de la reciente Ley de inclusión y la Ley SEP. No se puede tolerar que los estudiantes más ricos, tengan 2 años más de conocimientos que los más pobres, según Educación 2020.
  7. Se debe hacer foco y cargo en la educación pública. Su matrícula ha descendido de forma sostenida desde el año 1973, desde un 80% a un alarmante 35% actual.

Conversemos con nuestros hijos(as) y fortalezcamos nuestra relación a través de la práctica de la tolerancia, el respeto y el diálogo informado.

Gonzalo De los Reyes Serrano

Magister en Educación; Coach en Parentalidad Positiva;

Director de la división Patagonia en la Fundación Innovación Educativa Chile