• 26 de Abril

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Haciendo un orden necesario que implicaba encontrar tesoros escondidos, di con cartas de mi mamá Ruth Igor Kunstmann dirigidas a las altas autoridades de nuestra hermosa ciudad. Dentro de estas cartas hubo una en particular que llamó mi atención y que quisiera parafrasear:

“… Durante los arreglos de la costanera a Puerto Chico quedaron, tanto en la acera como en el borde de ella, material de arena y tierra, con lo que el viento y lluvia, forman un barrial que no deja transitar…

La barrera de contención de este mismo sector se encuentra rota en un par de metros y doblada en otros.

Las calles Del Salvador, Purísima, escaleras al Calvario y Casino se encuentran llenas de pastizales, malezas y desperdicios…”

Este escrito data de Diciembre de 1992, dirigido a una alta autoridad de la época (quien continúa en el servicio) y no hace más que demostrar que los intereses personales y la falta de vocación han hecho que nuestro querido Puerto Varas siga exactamente igual y peor después de casi 30 años.

Los jardines sin mantención, todo lleno de maleza; en el pasaje San Luis, en donde hace menos de un año hicimos una bella plantación de rosas, camelias y flores nativas, se han robado la mitad de las donaciones. No hay una fiscalización ni mucho menos una mantención.

En plena costanera en donde hace un tiempo hubo un derrumbe, aun está todo tal cual, y así suma y sigue.

Es entonces cuando quisiera hacer un llamado a todos los postulantes a la Alcaldía o Consejo de nuestra ciudad a que tomen control de lo que se ha perdido, no todo es populismo ni ganarse los votos. Me encantaría ver propuestas en donde

se declare qué se hará con el plan regulador, qué se hará con la ornamentación y mantención de nuestros jardines y plazas. Las agrupaciones de vecinos hacen un trabajo silencioso y arduo, pero que sin el respaldo de las autoridades es imposible sacar adelante.

Sólo me queda recordar una frase de mi mamá en su último mensaje a nuestra ciudad:

“… En sus manos está la naturaleza, los paisajes, el lago y los volcanes. Sólo de ustedes depende lo que dejen como huella…”

 

Lorena Droppelmann Igor