• 25 de Abril

Sugeridos:


Hace unos días la Universidad de Navarra lanzó el “Atlas de Cuidados Paliativos en Latinoamérica 2020”, que identificó la existencia en la región de 1.562 servicios de cuidados paliativos: 2,6 por cada millón de habitantes. Chile es el tercer país con mayor tasa de equipos de cuidados paliativos por millón de habitantes, por detrás de Uruguay (24,5) y Costa Rica (14,74). En la cola están Guatemala, Honduras (ambos con 0,64) y Perú (0,58).

Pese a este tercer lugar de Latinoamérica, el informe alerta que “esta es una cifra que no cubre las necesidades de la población”. Quienes nos dedicamos a los cuidados paliativos lo sabemos. Esto cobra más importancia aún al ser testigos de que esta necesidad seguirá aumentando, ya que con el envejecimiento de la población, inevitablemente veremos un aumento progresivo y sostenido no solo de cánceres sino que de enfermedades crónicas de todo tipo, como insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica, daño hepático crónico, entre otras, que producen discapacidad, deterioro de las funciones, pérdida de roles y por ende, deterioro de la calidad de vida.

Por desgracia, anualmente, son aproximadamente 3,5 millones de latinoamericanos que presentan sufrimiento por una enfermedad avanzada, incurable y sólo el 7,6 % de los pacientes que requieren apoyo de cuidados paliativos los reciben, según la Comisión Lancet de Acceso Global a Cuidados Paliativos.

Sin el trabajo de equipos multidisciplinarios formados por enfermería, kinesiología, psicología, capellanía, nutricionistas, médicos y tantos más, no tendríamos cómo abordar la complejidad que representa tratar a nuestros pacientes. Cada mirada nos permite abordarlos como seres humanos complejos que somos, acompañando y conteniendo su sufrimiento y el de sus seres queridos. Recibimos a cambio, sin duda lo más valioso de todo, su gratitud, su confianza y sus enseñanzas de vida.

El llamado es a sensibilizar a equipos de salud para la derivación precoz a cuidados paliativos, evitando el sufrimiento de tantos pacientes. A nuestras autoridades para facilitar el acceso de personas con y sin cáncer. Al público general, a conocer nuestro rol para poder ayudarnos en nuestra labor. Y a nosotros, seguir apoyando día a día a nuestros pacientes y sus seres queridos.

Dra. María Soledad Oltra

Jefe Unidad de Cuidados Integrales y Medicina Paliativa

Clínica Universidad de los Andes