• 23 de Abril

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Hace unas pocas semanas muchos eran los vecinos que pedían medidas más restrictivas para la comuna de Puerto Varas, entre ellas, la implementación de los cordones sanitarios, especialmente en la zona de Ralún, Nueva Braunau y Colonia 3 Puentes. Esta era una manera de inhibir el movimiento, evitar la circulación y de tal modo, reducir los contagios y la propagación de la enfermedad.

Esta solicitud generó un debate importante en varias sesiones del concejo municipal. Se discutió sobre los costos, horarios de funcionamiento, experiencia comparada con otras comunas. Se discutió muchas veces con pasión, a veces con rabia. También con acusaciones de populismo y de ignorancia, entre otras flores de la ciudad de las rosas. Finalmente, la municipalidad le cerró la puerta con un portazo a esta iniciativa.

El tiempo ha pasado y la situación ha cambiado. La semana pasada se anuncia cuarentena para la capital regional, Puerto Montt. Nuestros vecinos, la gran capital regional. Nos separan pocos kilómetros y nos une la costumbre de un constante flujo de personas entre ambas comunas.

Ante el anuncio de cuarentena en Puerto Montt, sucedió lo mismo que ha pasado en otras ciudades del país. Se llenaron los supermercados y se multiplicaron las filas de autos en los puntos de control. Muchas personas circulando sin la documentación necesaria. Confusiones. Viajes innecesarios. Irresponsabilidad. Personas contagiadas con Covid que saben que tienen la enfermedad, pero salen igual. Y entre medio de todo este caos, la realidad de las muchas personas que cumplen, con todas las dificultades y renuncias que representa, quedándose en su casa.  De hecho, las imágenes de Puerto Montt daban cuenta de la baja circulación. Una imagen tan inédita como histórica.

El paisaje en Puerto Varas era bien distinto a lo que pasaba en Puerto Montt. Más personas comprando, más filas, más personas usando los estacionamientos. Las veredas llenas de pasos. Algunas personas con mascarillas. Otras no. Entre los pasos, algunos estornudos.

¿Está preparada la comuna de Puerto Varas para enfrentar lo que significa una cuarentena en Puerto Montt?

Es evidente que tener a la capital regional con cuarentena tiene efectos para la comuna de Puerto Varas. Los puntos de control y las restricciones que ofrece Puerto Montt bien pueden hacer de las libertades que aún ofrece Puerto Varas, una suerte de apetecido oasis. Un paraíso en que el único compromiso que se le exige al visitante, venga de donde venga, sea quien sea, es el autocuidado.

El gobierno municipal de Puerto Varas ha colaborado con la fiscalización del comercio y la toma de exámenes médicos. Este aporte es significativo, pero no puede ser justificativo ni aliciente para absorber de manera desprevenida un aumento en la población flotante de Puerto Varas, justo en pleno invierno y en plena pandemia.

Si hace algunas semanas pensar en cordones sanitarios era desafiante, la emergencia debería conducir a retomar y profundizar en este tipo de medidas. ¿Hay un plan de contención para Puerto Varas ante la cuarentena en Puerto Montt? ¿Debería haberlo?

La pandemia es un tiempo crítico, de medidas extremas y complejas, costosas y molestas. Los números de contagios a nivel nacional deberían animar el sentimiento de que esto es momentáneo. Los números de contagio a nivel regional deberían alertar de que este es el momento decisivo para la zona.  Puerto Varas puede evitar entrar en cuarentena, pero para lograrlo, no puede ser indiferente a los efectos asociados que trae la cuarentena en Puerto Montt. Podemos decir una y mil veces que nadie estaba preparado para lo que estamos viviendo, pero esa explicación no le va a salvar la vida a nadie.

 

Por: Pablo Hübner